— Una complicación tardía —
Hola me llamo Estefanía y quiero compartir mi experiencia. En mi segundo embarazo todos los controles fueron impecables… me hicieron una cesárea a término en 38 semanas y como todo salió muy bien, nos dieron el alta.
Sin embargo, a los pocos días comencé a tener los pies muy hinchados, pero no les presté mucha atención, dado que en el primer embarazo me sucedió lo mismo.
La inflamación desapareció y comenzó un dolor fuerte de cabeza. Entonces preocupada, fui al ginecólogo para consultarle. Me dijo que probablemente la anestesia para la realización de la cesárea podía producirme ese malestar.
Estuve 4 días con mucho dolor y tomaba las pastillas que él me recetó. Una noche empecé a ver cuadraditos de colores, aquello no era normal… Comencé a tener convulsiones y quedé inconsciente.
Mi marido llamó a una ambulancia me ingresaron. Cuando desperté en la clínica volví a sufrir más episodios de convulsiones.
Después de unos días ingresada volví a casa.
Tenía dificultades para recordar, como lagunas en mi mente y dificultades para poder orientarme sola.
Ahora me atiende una neuróloga y me he realizado una resonancia. Tengo secuelas para hablar, caminar y parestesias en algunas partes del cuerpo. Me dicen los médicos que con el tiempo voy a ir mejorando…
Lo importante que mi bebe está bien.