— Tras graves complicaciones de mi hija tras el parto, hoy nos encontramos perfectamente —
Hola, les cuento un poco mi historia. Tuve un embarazo hermoso con controles impecables y una presión arterial perfecta. Un mes antes del nacimiento de mi hija me empecé a hinchar entera, los pies no eran míos… Lo consulté con mi obstetra y me dijo que era normal, justo en diciembre, así que se tomaba como un mes de vacaciones.
Hasta ese momento los análisis eran perfectos, excepto la hinchazón extrema en mis piernas y pies. Ya entraba de baja así que estaba tranquila y de reposo en casa.
Un 16 de enero comienzo con contracciones esporádicas pero todavía faltaba… Paso todo ese día y la noche con contracciones, a la mañana eran regulares pero no de parto, eran cada 10 min pero por insistencia de mi pareja vamos al hospital y el resultado de mi presión estaba por las nubes: 17/10, así que me dejaron ingresada.
Me mandan medicación pero no pueden bajarme la tensión. En la ecografía, la niña estaba perfecta y aunque logran bajar un poco la tensión deciden hacerme una cesárea de urgencia. Gracias al cielo salió todo bien, las 2 perfectas… Yo medicada aunque mi presión continuaba alta.
Mi hija bien, hasta que a las 18 horas de nacer y tras una toma de pecho, vomita sangre, resultando en un cuadro de sepsis con hemorragia interna. La trasladan a otra clínica con mejor equipo de neonatología mientras que a mí me dejan ingresada ahí donde la tuve. Tras una transfusión lograron estabilizarla y posteriormente una semana en neonatología.
En teoría el cuadro lo produjo falta de vitamina k. Yo sostengo que mi presión tuvo mucho que ver y jamás le dieron importancia en su cuadro. Gracias al cielo, hoy 4 años y algunos meses después estamos perfectas las dos…
Si hubiera sabido que los edemas eran signo de alarma hubiera consultado antes.