Aquí puedes encontrar testimonios en primera persona de mujeres que han sufrido preeclampsia durante su embarazo, con un final feliz o un resultado lleno de dolor. Siempre con un denominador común: la esperanza.
Porque se debe, y se puede, luchar contra la preeclampsia con armas poderosas como la educación sanitaria, la confianza en el médico y la posibilidad de alcanzar un diagnóstico y un tratamiento precoces.
Cada mujer es un universo y vive las complicaciones de su gestación de una forma diferente.
Cuéntanos tu propia experiencia y envía tu caso a: info@stop-pe.org
Este foro constituye un espacio abierto a la participación de mujeres que han sufrido complicaciones por preeclampsia. Las opiniones vertidas en este espacio serán respetadas siempre que no vulneren las correctas normas de cortesía y educación que se espera de las intervinientes. El moderador se reserva, por tanto, la posibilidad de bloquear intervenciones que por su naturaleza, lenguaje o contenido inapropiado no respeten estas normas de cortesía.
La FPES, el patrocinador y los profesionales que participan en esta iniciativa no tienen por qué compartir o hacer suyas las opiniones o manifestaciones vertidas en este foro, asumiendo cada interviniente su propia responsabilidad sobre sus opiniones y los contenidos.
Por razones de operatividad las respuestas están limitadas a 1000 caracteres (incluidos los espacios).
Me llamo Alicia, a las 36 semanas de embarazo en un control rutinario me detectaron la presión arterial alta, 16/10.
Me mandaron a urgencias y allí me hicieron análisis dónde vieron que tenía “descompensados” el hígado y los riñones. El bebé por suerte estaba bien, aunque más pequeño de lo debido para su edad gestacional, cosa que no detectaron en los controles rutinarios, en los que, por cierto, me atendía siempre un obstetra diferente.
Hace 5 meses que nació Ana, mi pequeña. Tuve un embarazo perfecto.
En la semana 33+5 fui a la visita rutinaria y todo estaba bien, la tensión alta pero la cuarta vez que me la tomaron ya había bajado un poco así que me fui a casa. Antes de acostarme me tomé la tensión y la tenía alta, hice varias cosas para bajarla pero nada, así que me fui al hospital.
Me empezaron a hacer pruebas y la cosa no iba bien, me pusieron corticoides para la maduración de los pulmones y mandaron a otro hospital que sí tiene UCI de neonatos. Yo estaba totalmente bloqueada.
En 2016 tuve a mi primer hijo. El embarazo se desarrolló de forma normal, y en la semana 39 me puse de parto. Tuve un parto natural precioso y respetado en el hospital. Justo al terminar de parir, cuando acababa de ver a mi bebé y lo tenia encima, vino el ginecólogo porque la presión me subió en el expulsivo y seguía alta. Empezó a hablarme y yo empecé a ver borroso, con chispas, y no le reconocía. Me quedé inconsciente.
