— Desde ese momento, mi vida cambió —
Hola, soy Diana, una mujer sana sin antecedentes de enfermedades, deportista y sin vicios. Hace 3 años me hice una inseminación artificial. Estaba muy feliz, iba a tener una niña, Lucía (hija de la luz).
Durante el embarazo siempre estuve con la tensión alta. Fui numerosas veces al hospital y solo me decían “tienes que estar tranquila".
En la semana 26 me dolió la cabeza muy fuerte, me estaba arreglando porque iba a salir a comer. Como me dolía mucho la cabeza sabía que algo no iba bien así que me fui a urgencias. Ya era tarde… me dijeron que tenía preeclampsia.
Me hicieron una cesárea con 26 semanas de embarazo. Mi bebé vivió 22 horas, no la pude ver porque estaba en reanimación.
Desde ese momento, mi vida cambió. Me siento diferente, soy otra y no sé si podría volver a intentar tener otro bebé. Vivo con ese dolor en mi corazón cada segundo de mi vida. Si no llega ser por el apoyo de mi pareja no sé qué habría sido de mi vida.