— Un parto y postparto muy duro pero con final feliz —
Hola. Quería contarles mi experiencia con la preeclampsia, que en sí no la sufrí en todo el embarazo sino en el momento del parto.
En la madrugada del 4/7/2015, sobre las 5:30 me despierto porque había mojado la cama así que me levanto y me empieza a caer líquido (había roto la bolsa) así que despierto a mi marido y llamo a mi madre para avisarle.
En el momento que hablaba con mi madre me empieza a subir un calor por la nuca y comienzo a sentir que me latía el cerebro, era un dolor insoportable, no podía siquiera mantener los ojos abiertos.
Comienzan las contracciones cada 5 min y cada vez más seguidas, mareos, náuseas y vómitos, siento mis pies y piernas hinchados desde hacía más de una semana.
Salimos camino al hospital y las contracciones eran ya bastante seguidas, me bajo del coche en la puerta del hospital y empiezo a vomitar de nuevo, se me nubla la vista, me traen una silla de ruedas y atienden de inmediato.
Cuando la enfermera me tomó la presión se levantó corriendo y fue a buscar una camilla. No recuerdo si me dijo cuánto tenía de presión pero sé que era muy alta. Me llevaron rápidamente al quirófano y después de ponerme la epidural y tomarme unos datos comencé a convulsionar y no recuerdo nada más después de eso porque quedé inconsciente.
Cuando me desperté estaba sola en una habitación y no entendía nada, mi madre me vio, lloraba pero yo no entendía nada, estaba acostada tapada y con una venda en la herida, ya no tenía mi tripa y me sentía perdida.
Mi bebé había nacido a las 10.59 horas, casi 5 horas después de entrar al quirófano. A los 2 días me llevaron a conocer a mi bebé que estaba en neonatología. Nació asfixiada ya que no podían abrirme porque no podían pararme las convulsiones.
Ella tenía sonda y otras cosas más pero nada grave así que el 10 de julio nos dieron de alta, yo con pronóstico de “PREECLAMPSIA Y SÍNDROME DE HELLP” volví a casa medicada todavía y con control de presión a cada momento. Tenía días que me levantaba pálida y días que me levantaba bien pero no lograba recuperarme mentalmente todavía. Me costó meses recuperarme, tartamudeaba muchas veces al hablar, no podía sumar, no podía concentrarme en organizar la bolsa de la niña. Fue algo muy triste y a todo esto se le sumó una depresión post parto.
Madres, espero que les sirva mi experiencia para que se controlen y tomemos conciencia de que cuando nos dicen que una hinchazón es normal no tiene porqué ser así
Mi niña hoy en día tiene 2 años y 8 meses se llama Magali.