— Tengo miedo a un segundo embarazo —
Siempre me han gustado los niños y siempre había tenido la ilusión de algún día ser mamá, pero cuando llegó el momento de intentarlo, no venía. Tras muchos intentos y consultas médicas por la seguridad social, iba muy lento, así que decidimos ir a una clínica privada.
Con mucha ilusión empecé el tratamiento. Lo primero era una inseminación, la cual fue fallida. La segunda inseminación tampoco fue positiva. Nos plantean desde la clínica pasar a la fecundación in vitro. Tras un proceso de medicación en el que el cambio hormonal es evidente, notas el cambio de humor, el pincharte la medicación y pensar… porque yo que lo deseo tanto, no soy capaz. Pero con ilusión, me hacen la transferencia embrionaria y tras unas semanas, el resultado es negativo.
En ese momento te vienes abajo, no ha ido bien.
Pensamos y decidimos hacer un último intento, en el que si no sale bien, tenemos claro que nuestro siguiente paso será el de la adopción. ¡Pero yo quería ser mamá!
Aunque teníamos congelados 5 embriones, decidimos que era la última oportunidad, y vamos a por la última FIV. En la que me transfieren dos embriones. Por si uno no va arriba, que vaya el otro.
Cuando llega el momento de la analítica para saber si estás embarazada, tienes miedo, apenas te has movido y has estado de reposo para que se implantaran bien. Y el resultado era… POSITIVO y es que los dos habían ido arriba! EMBARAZO GEMELAR!!!
Los siguientes 8 meses fueron maravillosos, engordé 22 kilos y lo llevé genial!! Las revisiones tanto por la seguridad social como de forma privada eran normales.
Pero… pasado el octavo mes, empecé a sentirme cansada, se me empezaron a hinchar mucho las piernas y los pies. En dos ocasiones me acerqué a urgencias porque no me encontraba bien, tenía una presión en la barriga. En el hospital me decían que era todo normal, que eran dos bebés, primeriza… etc. Pero que si en la semana 38 no me ponía de parto natural que me lo inducían.
En la semana 38 me provocaron el parto. Ingresé un martes a las 8 de la mañana. Lo primero que me pusieron fue un propess de forma vaginal para ayudar a provocar el parto. Sobre las 3 de la tarde empecé a encontrarme fatal, con mucho dolor abdominal, con vómitos y decidieron sacarme la medicación.
Me llevaron a la bañera de partos para ver si empezaba a dilatar y me bajaba el dolor. Estando allí, me mareaba, volví con vómitos. Decidieron llevarme a la habitación y esperar al día siguiente para probar con la oxitocina.
La noche la pasé regular.
Al día siguiente empezaron con la oxitocina, no notaba dolor. La ginecóloga me decía que no estaba casi dilatada. Habían pasado 4 horas y no tenía contracciones, decidieron ajustar la oxitocina y volver a ponerla. A las dos horas, como no estaba de más de 2 cm me rompieron la bolsa y me pusieron una medicación para provocar contracciones. Empecé con contracciones muy fuertes. Había dilatado 4 cm y me pusieron la epidural. Tenía tanto dolor que después de ponérmela, me seguía dando dolor hacia la pierna izquierda. A las once de la noche, yo no tenía fuerzas para nada. Decían que esperara que ya estaba de 5 cm. Mi madre se enfadó y decidieron pasarme a quirófano.
Pasadas las doce de la noche, me llevaron a quirófano para hacer una cesárea. El momento más increíble de mi vida fué ver a las 01:10 y 01:12 como nacían mis hijas, primero me enseñaron a Marta, con mucho pelo y muy rojita, pesaba 3.240kg. La segunda era Jimena, también con mucho pelo y con 2.750kg. Niñas grandotas y sanas.
Pero… justo en el momento que me enseñaron a la segunda niña, empecé a notar algo raro en mi cuerpo, les decía que no me encontraba bien, y en cuestión de segundos noté como mi brazo izquierdo empezaba a moverse y no era capaz de pararlo, gritaba que no sabía qué me pasaba. Desde ese momento… se han borrado de mi cabeza los siguientes cuatro días.
El útero no se me contraía y justo en ese momento empecé a convulsionar. Se me descontroló todo el cuerpo. Me pasaron a la UCI y allí volvía a convulsionar sobre las 7 de la mañana. Estaba muy grave. A mi familia les pusieron en la peor de las situaciones. No sabían cómo iba a salir de aquella… ECLAMPSIA GRAVE.
Edema cerebral, que me tuvieron que trasladar a otro hospital para hacer un TAC, tensión muy alta, confusión. No dejaba de llorar. No llegaba a ver doble, pero no veía bien. Muy cansada, poco a poco me fui estabilizando y me subieron a planta. Ahí pude ver a mis niñas y estar con ellas.
Durante el primer año, estuve con medicación para la epilepsia y con fisio para el dolor que tenía muscular. Recuperé la visión. Psicológicamente fue muy duro.
A los dos años de aquel momento, estaba totalmente recuperada. Todo volvió a la normalidad, pues yo nunca había tenido epilepsia y mi tensión siempre había sido bajita.
Diez años después de aquel momento, con 38 años y con una pareja nueva, tengo deseo de ser mamá nuevamente. Pero el pensar en todo lo que pasé, que se pueda repetir la historia y que salga mal… me da mucho miedo.
He ido a la clínica en la que me había hecho la FIV y me dicen que directamente habría que iniciar tratamiento de FIV con un sólo embrión. Pero que hay una probabilidad de que al tener pareja nueva e implantar un nuevo embrión genéticamente pueda repetirse y para eso tendrían que controlarme en alto riesgo, para prevenir la eclampsia que me había dado en el anterior embarazo.
Tengo miedo. No sé qué hacer… me gustaría saber si alguien sabe de algún/a especialista sobre este tema me pudiese informar más sobre qué probabilidades hay y si me recomienda o no intentar ser mamá de nuevo.