— Depresión posparto además de preeclampsia —
Hola, soy Verónica Rivas de Paraguay y les cuento un poquito mi experiencia en el año 2017.
Quedé embarazada de mi segundo bebé y a los 3 meses lo perdí. Fue un momento muy doloroso en mi vida, el cual sigue siendo complicado para mí desde que se me fue mi bebé… Pero a los 5 meses de haberlo perdido, me quedé embarazada otra vez.
Es muy difícil de explicar todo lo que me paso por la mente durante ese tiempo. Lo que puedo asegurar es que lloré hasta los tres meses de embarazo por miedo a perderlo nuevamente…pero pasó.
Llegué a los 9 meses muy bien, no tenía tensión alta, pero si tenía mucha hinchazón.
El 10 de febrero de 2018, sábado, fue un día imposible de olvidar. Llegó el momento del parto y tuve a mi segunda niña que nació con 4200 g en un parto normal.
Estaba todo bien a los ojos de las ginecólogas. pero yo estaba muy rara porque no sentía esa sensación de hambre o de sed que sentí después de mi primera hija y tampoco estaba tan feliz de que todo hubiera terminado.
A los 2 días nos dieron de alta y nos fuimos a casa, pero esa noche al acostarme tuve tres veces pesadillas, una detrás de otra hasta que ya no podía intentar dormir nuevamente del miedo.
Nos levantamos mi esposo y yo a eso de las 23 horas o más y al mirarle el rostro estaba desfigurado. Le supliqué que llamara a mi mamá porque él me estaba dando miedo. Llamó a mi mamá y yo empecé a tener escalofríos. Sentía un terrible frío que me movía y sentía como hormigas que me subían desde la espalda hasta la cabeza.
Solo recuerdo que dije: llévame… Dejé a mis hijas en mi casa y me fui al centro de salud.
Cuando por fin logramos atención al entrar en el centro, yo solo podía visualizar uno de los lados de los anteojos de la persona que me atendió. Por un momento perdí la vista y me revisaron la tensión. La doctora no me dijo en cuanto estaba. Además de la tensión tenía otro problema de salud, me empecé a deshidratar. Por fin encontraron mis venas y me medicaron además de las pastillas para la tensión.
Llegó un momento que se me olvidaba respirar y me aparecieron los rostros de mis niñas y empecé nuevamente a luchar cuando a la madrugada parecía bajar más la tensión. Yo dije ya está pasando y mañana estaré con mis niñas…pero me dormí y al abrir mis ojos a la mañana ya nada tenía sentido.
La vida era triste, al mirar las ventanas era triste, a la noche luchaba por mi vida y a la mañana quería la muerte. Tuve depresión posparto… me tomaron la tensión y me dijeron que estaba en 18,11.. .y dijo que bajó, por lo tanto, yo no supe a cuanto llegué.
Fue una batalla desde ese momento porque todos los días me llevaban al hospital con la depresión y además mi presión no bajaba y la sensación más horrible que una madre puede pasar es la de no amar a su propio bebé por quien tanto luchó. Fue tremenda mi batalla porque luché contra la preeclampsia más la depresión posparto sin ningún tipo de ayuda humana ni medicamentos.
Ahora mi Valentina tiene 1 año y 9 meses. Es la expresión más bella del amor de Dios. Sin Dios no lo habría logrado. Hace 9 meses que supere la depresión y aún sigo con la tensión irregular…pero con mucha fe en Dios… Todo lo puedo en Cristo que me fortalece…