— Me cuesta aceptar lo que me está pasando —
Hola, encontré este blog y no quise quedarme sin contar mi historia. Yo actualmente tengo 3 meses y 18 días que tuve a mi bebé por medio de una cesárea de emergencia.
Todo iba bien en casi todo mi embarazo. Mis controles salían bien, en ningún momento nada me salía mal. Hasta que más o menos a las 37 semanas se me empezaron a hinchar los pies de tal forma que ya los zapatos no me quedaban; las manos también se me hincharon; amanecía con las manos dormidas; se me engatillaron 2 dedos de mi mano derecha (estaban tan tensos que no los podía doblar). Todo eso se lo comenté a la doctora y ella me decía que era normal porque ya estaba en mis últimas semanas…
Luego a los días que tuve mi último control con enfermería, me encontró la presion un poco elevada. Pensamos que era porque venía subiendo escaleras y no me preocupe ni la enfermera tampoco le puso mayor atención y no espero que reposara para volver a tomarla y descartar que estaba padeciendo de presión alta.
Luego casi en mi 40 semana tenía mi último control y decidí adelantar con un médico general para que me leyera mis últimos laboratorios. En esa cita la doctora que me atendió también me manifestó que todo estaba normal y que los síntomas que tenía como los calambres e hinchazón no era nada malo.
Ya a las 39.7 semanas me vio la ginecóloga y me terminó remitiendo a urgencias para una cesárea ya que tenía presión elevada. Ella fue muy tranquila y me dijo que ya la hora había llegado que ya mi bebé tenían que sacarlo y que tenían que desembarazarme. Yo aún no tenía conocimiento de lo que era la preclampsia y de lo grave que era tener la tensión alta en ese momento, pues por ser primeriza pensé que era algo normal.
Llegué a la urgencia y todos empezaron a correr. Yo estuve como paciente prioritario. Todo lo hicieron demasiado rápido y pues yo aún no sabía ni entendía nada. Llegue el 10 de mayo entre las 8-9 de la noche y mi bebé nació el 11 de mayo a la 1:30 AM.
Me lo mostraron, lo ví moradito y pensé que era normal. En ese momento, en sala de cirugía, la atención fue excelente. Me estuvieron hablando de cosas diferente a lo que estaba pasando en el momento creo que era con el fin de no estresarme y evitar que la tensión subiera más.
Ahora mismo mi bebé está en perfecto estado de salud gracias a mi Dios y es hermoso, es lo más lindo que me ha pasado en mi vida.
Después de la cesarea yo quedé internada por más de 24 horas. Me colocaron medicamento ya que estuve a punto de convulsionar. Me enteré que me dio preeclampsia severa estando en recuperación. Mi tensión parecía una montaña rusa.
Mi bebé lo enviaron a casa y al día siguiente salí yo, medicada con 3 antihipertensivo. Me fueron quitando a los 15 días y me dejaron solo 1 con 2 dosis, luego me bajaron a 1, pero mi presión no está en los valores óptimos que los médicos esperan para quitar el medicamento del todo; a veces se me sube.
Me han hecho exámenes en sangre, electro, mapa hipertensivo y me han salido bien, gracias a Dios, pero tengo algunos síntomas: calambre en las manos y piernas, palpitos a veces y una sensación de temblor en el cuerpo. Ando con mucha ansiedad y nerviosismo por el tema de mi salud.
Aún no acepto que me esté pasando esto, ya que siempre he sido muy sana, me cuido, me gusta hacer ejercicios, y la verdad no ha sido fácil para mí estar en esta situación. Es duro ser una persona sin problema de salud y pasar a ser hipertensa de por vida de un momento a otro.
Me preocupo mucho y creo que el tema emocional afecta a mi presión y a que se estabilice bien ya que he tenido crisis de emocionales.
El doctor acaba de cambiar mi medicamento y prácticamente ya me dijo que quede hipertensa. Me envió ciertos exámenes de sangre para ver la tiroides, colesterol y otras cosas más para descartar que me causa los síntomas que tengo en mi cuerpo. Lo peor del caso es que no siento mi cuerpo igual, me lo siento desajustado. Solo me queda confiar en Dios que es el que todo lo puede, en que todo va a estar bien y tratar de aprender a manejar mis miedos.
Lo bueno de todo esto, es que Dios me dió otra oportunidad de vida y que mi hijo está saludable y hermoso. Lo disfruto mucho y me tiene enamorada, definitivamente es mi motivo y el que me da fuerza cada día.
Que Dios las bendiga a todas y tenga misericordia de todas las mamis que estamos pasando por esto.